Subsidio. La provincia le había entregado 10 mil pesos para que Romina Kessler pudiera recibir la polémica atención
Controversias por el tratamiento ocular de una joven que viajó a Cuba
El consejo Argentino de Oftalmología asegura que el mal que padece no tiene cura y se trata de una estafa
Carlos R. Morán / La Capital
Santa Fe. - El tratamiento que recibe de parte de médicos cubanos la santafesina Romina Kessler, quien padece un cuadro de retinosis pigmentaria, ha sido puesto en dudas por el Consejo Argentino de Oftalmología, entidad que a través de sus titulares sostiene que se está "una vez más ante la peor de las estafas: las promesas de curación de enfermedades que no la tienen".
El caso de Romina, la joven que es asistida por profesionales cubanos y que viajó a la isla caribeña para someterse a una operación, tomó estado público cuando a su padre, el arquitecto Jorge Kessler, le fue robado de su coche un maletín en el que llevaba seis mil euros que terminaba de retirar de una entidad bancaria local. Como Romina debía partir de inmediato a Cuba, dado que tenía fijada fecha para ser atendida, de inmediato varios amigos de Kessler le entregaron dinero para que la joven pudiera hacer el viaje. A su vez el gobernador Jorge Obeid decidió concederle un subsidio para contribuir también a paliar la pérdida.
La posición del Consejo fue fijada a través de una carta de lectores publicada en la edición del sábado pasado en el diario "La Nación" de Buenos Aires y en ella se afirma que los integrantes de la entidad a lo largo de los años han visto "a muchísimos de estos pacientes operados en Cuba que no han mejorado su condición ni han demostrado atrasar el curso de la enfermedad". Y con énfasis, se afirma que "esta técnica realizada en Cuba no posee ningún aval científico internacional".
Ayer, al ser Kessler consultado por LaCapital con relación a la posición pública del Consejo reaccionó airado, sosteniendo que en realidad la nota surgía como consecuencia de que determinados oftalmólogos del país "no están perdiendo pacientes, sino clientes", con las técnicas desarrolladas por los cubanos.
El padre de Romina aclaró que la joven no fue finalmente operada en Cuba sino que se la encontró muy restablecida, al punto de haber regresado a Santa Fe donde prosigue sus estudios de medicina, recientemente iniciados, al tiempo que presta colaboraciones esporádicas y ad honórem en la sala de guardia del hospital Cullen.
También fue enfático en señalar que "en ningún momento" se le dijo a Romina que iba a ser curada de su enfermedad, "porque no es una enfermedad curable", pero sí que con el tratamiento se detiene la enfermedad y el deterioro que sufren los ojos por la retinosis. Kessler afirmó también que tanto su hija, en Cuba y en Buenos Aires, como él mismo en la Capital Federal han hablado con pacientes que con ese mismo tratamiento tienen notables mejoras.
Siempre en palabras del padre, Romina experimenta una gran recuperación desde el momento en que comenzó el tratamiento y luego de haber recorrido "muchos consultorios de distintos oftalmólogos del país" sin recibir ninguna respuesta satisfactoria. Romina tiene hoy 25 años. En 2003, el año de la gran inundación en Santa Fe, vivió experiencias muy traumáticas, primero con la enfermedad y muerte de su madre y luego con las consecuencias directas de la inundación, dado que prestó una gran colaboración a las personas damnificadas, especialmente a un niño que presentaba un mal congénito y que falleció pocos meses más tarde.
Fue así que en octubre se le presentó el cuadro de retinosis pigmentaria, que para ella significó soportar un cuadro de dolores de cabeza, mareos, fotofobia y dificultades en la agudeza visual. Kessler admite que el componente emocional aporta lo suyo y comentó que a comienzos de 2004 Romina vivía encerrada en su habitación a oscuras, porque no soportaba la luz y padecía fuertes dolores en la cabeza y los ojos.
Finalmente, "y después de estar un año dando vueltas", en la Capital Federal los Kessler tomaron contacto con la doctora Maritza Herrera Mora, jefa de Oftalmología de un instituto nacional cubano que fue creado por un médico de la isla ya fallecido.
"Si los cubanos quisieran hacer dinero hubieran operado a Romina", disparó Kessler, quien contó que poco tiempo después de iniciar el tratamiento su hija comenzó a llevar, de a poco, una vida más normal, al punto de que pudo estudiar en 2005 y rendir a fines del año pasado para ingresar a la carrera de medicina.
"Si los cubanos quisieran hacer dinero hubieran operado a Romina", disparó Kessler, quien contó que poco tiempo después de iniciar el tratamiento su hija comenzó a llevar, de a poco, una vida más normal, al punto de que pudo estudiar en 2005 y rendir a fines del año pasado para ingresar a la carrera de medicina.
Las críticas
En la carta del Consejo Argentino de Oftalmología, suscripta por los doctores Ernesto Ferrer, presidente, y Omar López Mato, vicepresidente, se expresa: "La familia de Romina Kessler ahorró con gran esfuerzo una suma importante de dinero para que su hija fuera sometida a una cirugía que dice curarla de retinosis pigmentaria. Esta es una enfermedad de tipo metabólico, donde se altera la síntesis de un fotorreceptor, la rodopsina, encargada de generar estímulos lumínicos, que son procesados por nuestra retina".
Luego de expresar las referidas críticas a los tratamientos cubanos, en la nota se añade que "ante la inevitable pérdida de la visión, el paciente busca medicinas alternativas que nunca faltan ni han faltado en la historia de la medicina. Existirán siempre quienes lucren a expensas de la esperanza; en este caso, avalado por un régimen político que sólo ve en ella una fuente de ingresos".
La entidad invita a quienes padecen esta enfermedad a que hagan las consultas pertinentes al Consejo Argentino de Oftalmología, entidad que aúna a las cátedras de la especialidad, sociedades científicas y médicos oftalmólogos de toda la Argentina. Pueden dirigirse mediante e-mail a la siguiente dirección: secretaria oftalmólogos.org.ar, "donde encontrarán una respuesta con la seriedad y el respeto que todo paciente merece".
El organismo está hoy en receso y por consiguiente LaCapital no pudo consultar a los profesionales citados, pero en cambio tomó contacto con el doctor Jorge Dri, asesor médico legal del Consejo Argentino de Oftalmología, quien confirmó que de forma constante, desde distintos puntos del país, profesionales que integran el organismo denuncian la presencia de presuntos idóneos que ofrecen medicinas alternativas. En el caso de los cubanos, señaló Dri que lo que se les está exigiendo es que demuestren científicamente su idoneidad, "tal como ocurre cuando nuestros profesionales van a otro país a ejercer sus conocimientos".
Interpretó que las propuestas que hace Cuba con su medicina alternativa responden a la necesidad de obtener divisas, en un país que tiene muy poco para exportar y remarcó que en términos medicinales y más específicamente oftalmológicos "Argentina está en el mismo nivel que las naciones del primer mundo". Lo que no es correcto, sostuvo, "es que los cubanos tomen de cobayos a los argentinos", y volvió a reclamar que los profesionales de otros países, si quieren ejercer en la Argentina, se sometan a las pruebas correspondientes que avalen su idoneidad.
Interpretó que las propuestas que hace Cuba con su medicina alternativa responden a la necesidad de obtener divisas, en un país que tiene muy poco para exportar y remarcó que en términos medicinales y más específicamente oftalmológicos "Argentina está en el mismo nivel que las naciones del primer mundo". Lo que no es correcto, sostuvo, "es que los cubanos tomen de cobayos a los argentinos", y volvió a reclamar que los profesionales de otros países, si quieren ejercer en la Argentina, se sometan a las pruebas correspondientes que avalen su idoneidad.
El dinero de la provincia
El pasado 11 del corriente, el gobernador Jorge Obeid le hizo entrega a Kessler de 10 mil pesos en concepto de subsidio para ayudar a su hija a trasladarse a Cuba. El mandatario, se señalaba ayer en Casa de Gobierno, recibe asesoramiento de sus ministros cuando se trata de dar subsidios para atender problemas específicos, tales como enfermedades, pero en este caso el beneficio fue extendido para que Romina pudiera pagar los pasajes, exclusivamente. Kessler comentó que, aunque la operación no se concretó, hubo gastos en el viaje a Cuba y que con el resto del dinero devolvió plata que le habían prestado sus amigos. En tanto y con relación al robo de los 6.000 euros dijo no haber tenido noticias sobre el actual estado de las investigaciones.
Controversias por el tratamiento ocular de una joven que viajó a Cuba
El consejo Argentino de Oftalmología asegura que el mal que padece no tiene cura y se trata de una estafa
Carlos R. Morán / La Capital
Santa Fe. - El tratamiento que recibe de parte de médicos cubanos la santafesina Romina Kessler, quien padece un cuadro de retinosis pigmentaria, ha sido puesto en dudas por el Consejo Argentino de Oftalmología, entidad que a través de sus titulares sostiene que se está "una vez más ante la peor de las estafas: las promesas de curación de enfermedades que no la tienen".
El caso de Romina, la joven que es asistida por profesionales cubanos y que viajó a la isla caribeña para someterse a una operación, tomó estado público cuando a su padre, el arquitecto Jorge Kessler, le fue robado de su coche un maletín en el que llevaba seis mil euros que terminaba de retirar de una entidad bancaria local. Como Romina debía partir de inmediato a Cuba, dado que tenía fijada fecha para ser atendida, de inmediato varios amigos de Kessler le entregaron dinero para que la joven pudiera hacer el viaje. A su vez el gobernador Jorge Obeid decidió concederle un subsidio para contribuir también a paliar la pérdida.
La posición del Consejo fue fijada a través de una carta de lectores publicada en la edición del sábado pasado en el diario "La Nación" de Buenos Aires y en ella se afirma que los integrantes de la entidad a lo largo de los años han visto "a muchísimos de estos pacientes operados en Cuba que no han mejorado su condición ni han demostrado atrasar el curso de la enfermedad". Y con énfasis, se afirma que "esta técnica realizada en Cuba no posee ningún aval científico internacional".
Ayer, al ser Kessler consultado por LaCapital con relación a la posición pública del Consejo reaccionó airado, sosteniendo que en realidad la nota surgía como consecuencia de que determinados oftalmólogos del país "no están perdiendo pacientes, sino clientes", con las técnicas desarrolladas por los cubanos.
El padre de Romina aclaró que la joven no fue finalmente operada en Cuba sino que se la encontró muy restablecida, al punto de haber regresado a Santa Fe donde prosigue sus estudios de medicina, recientemente iniciados, al tiempo que presta colaboraciones esporádicas y ad honórem en la sala de guardia del hospital Cullen.
También fue enfático en señalar que "en ningún momento" se le dijo a Romina que iba a ser curada de su enfermedad, "porque no es una enfermedad curable", pero sí que con el tratamiento se detiene la enfermedad y el deterioro que sufren los ojos por la retinosis. Kessler afirmó también que tanto su hija, en Cuba y en Buenos Aires, como él mismo en la Capital Federal han hablado con pacientes que con ese mismo tratamiento tienen notables mejoras.
Siempre en palabras del padre, Romina experimenta una gran recuperación desde el momento en que comenzó el tratamiento y luego de haber recorrido "muchos consultorios de distintos oftalmólogos del país" sin recibir ninguna respuesta satisfactoria. Romina tiene hoy 25 años. En 2003, el año de la gran inundación en Santa Fe, vivió experiencias muy traumáticas, primero con la enfermedad y muerte de su madre y luego con las consecuencias directas de la inundación, dado que prestó una gran colaboración a las personas damnificadas, especialmente a un niño que presentaba un mal congénito y que falleció pocos meses más tarde.
Fue así que en octubre se le presentó el cuadro de retinosis pigmentaria, que para ella significó soportar un cuadro de dolores de cabeza, mareos, fotofobia y dificultades en la agudeza visual. Kessler admite que el componente emocional aporta lo suyo y comentó que a comienzos de 2004 Romina vivía encerrada en su habitación a oscuras, porque no soportaba la luz y padecía fuertes dolores en la cabeza y los ojos.
Finalmente, "y después de estar un año dando vueltas", en la Capital Federal los Kessler tomaron contacto con la doctora Maritza Herrera Mora, jefa de Oftalmología de un instituto nacional cubano que fue creado por un médico de la isla ya fallecido.
"Si los cubanos quisieran hacer dinero hubieran operado a Romina", disparó Kessler, quien contó que poco tiempo después de iniciar el tratamiento su hija comenzó a llevar, de a poco, una vida más normal, al punto de que pudo estudiar en 2005 y rendir a fines del año pasado para ingresar a la carrera de medicina.
"Si los cubanos quisieran hacer dinero hubieran operado a Romina", disparó Kessler, quien contó que poco tiempo después de iniciar el tratamiento su hija comenzó a llevar, de a poco, una vida más normal, al punto de que pudo estudiar en 2005 y rendir a fines del año pasado para ingresar a la carrera de medicina.
Las críticas
En la carta del Consejo Argentino de Oftalmología, suscripta por los doctores Ernesto Ferrer, presidente, y Omar López Mato, vicepresidente, se expresa: "La familia de Romina Kessler ahorró con gran esfuerzo una suma importante de dinero para que su hija fuera sometida a una cirugía que dice curarla de retinosis pigmentaria. Esta es una enfermedad de tipo metabólico, donde se altera la síntesis de un fotorreceptor, la rodopsina, encargada de generar estímulos lumínicos, que son procesados por nuestra retina".
Luego de expresar las referidas críticas a los tratamientos cubanos, en la nota se añade que "ante la inevitable pérdida de la visión, el paciente busca medicinas alternativas que nunca faltan ni han faltado en la historia de la medicina. Existirán siempre quienes lucren a expensas de la esperanza; en este caso, avalado por un régimen político que sólo ve en ella una fuente de ingresos".
La entidad invita a quienes padecen esta enfermedad a que hagan las consultas pertinentes al Consejo Argentino de Oftalmología, entidad que aúna a las cátedras de la especialidad, sociedades científicas y médicos oftalmólogos de toda la Argentina. Pueden dirigirse mediante e-mail a la siguiente dirección: secretaria oftalmólogos.org.ar, "donde encontrarán una respuesta con la seriedad y el respeto que todo paciente merece".
El organismo está hoy en receso y por consiguiente LaCapital no pudo consultar a los profesionales citados, pero en cambio tomó contacto con el doctor Jorge Dri, asesor médico legal del Consejo Argentino de Oftalmología, quien confirmó que de forma constante, desde distintos puntos del país, profesionales que integran el organismo denuncian la presencia de presuntos idóneos que ofrecen medicinas alternativas. En el caso de los cubanos, señaló Dri que lo que se les está exigiendo es que demuestren científicamente su idoneidad, "tal como ocurre cuando nuestros profesionales van a otro país a ejercer sus conocimientos".
Interpretó que las propuestas que hace Cuba con su medicina alternativa responden a la necesidad de obtener divisas, en un país que tiene muy poco para exportar y remarcó que en términos medicinales y más específicamente oftalmológicos "Argentina está en el mismo nivel que las naciones del primer mundo". Lo que no es correcto, sostuvo, "es que los cubanos tomen de cobayos a los argentinos", y volvió a reclamar que los profesionales de otros países, si quieren ejercer en la Argentina, se sometan a las pruebas correspondientes que avalen su idoneidad.
Interpretó que las propuestas que hace Cuba con su medicina alternativa responden a la necesidad de obtener divisas, en un país que tiene muy poco para exportar y remarcó que en términos medicinales y más específicamente oftalmológicos "Argentina está en el mismo nivel que las naciones del primer mundo". Lo que no es correcto, sostuvo, "es que los cubanos tomen de cobayos a los argentinos", y volvió a reclamar que los profesionales de otros países, si quieren ejercer en la Argentina, se sometan a las pruebas correspondientes que avalen su idoneidad.
El dinero de la provincia
El pasado 11 del corriente, el gobernador Jorge Obeid le hizo entrega a Kessler de 10 mil pesos en concepto de subsidio para ayudar a su hija a trasladarse a Cuba. El mandatario, se señalaba ayer en Casa de Gobierno, recibe asesoramiento de sus ministros cuando se trata de dar subsidios para atender problemas específicos, tales como enfermedades, pero en este caso el beneficio fue extendido para que Romina pudiera pagar los pasajes, exclusivamente. Kessler comentó que, aunque la operación no se concretó, hubo gastos en el viaje a Cuba y que con el resto del dinero devolvió plata que le habían prestado sus amigos. En tanto y con relación al robo de los 6.000 euros dijo no haber tenido noticias sobre el actual estado de las investigaciones.
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