Saturday, December 31, 2005

Hilda Molina: "Mi caso esta congelado"

Hilda Molina: "Mi caso está congelado"

Mariana Verón, LANACION.com. Argentina, 27 de diciembre de 2005.

La Navidad de 2004 la encontró en los principales títulos de los medios nacionales. Encabezaba una pelea contrarreloj para conseguir pasar las Fiestas con su familia en la Argentina. El nombre que retumbaba en los oídos de la diplomacia nacional era Hilda Molina, la médica cubana disidente a quien Fidel Castro prohibió salir de Cuba para conocer a sus dos nietos, Roberto y Juan Pablo Quiñones.

A un año de aquella situación, que provocó una crisis bilateral y la renuncia del entonces jefe de gabinete de la Cancillería Eduardo Valdés, y del ex embajador en Cuba Raúl Taleb, su situación parece haberse "congelado". Al menos, así lo vive ella, que desde su humilde casa en un monoblock de la isla atendió telefónicamente a LANACION.com.

Caía la tarde en La Habana cuando el llamado la sorprendió. Hace tiempo que no se actualiza su ilusión de poder reencontrarse con su familia, a la que no ve desde hace 12 años. Hilda se mostró crítica con el actual canciller Jorge Taiana, y recordó con nostalgia el papel que en su historia cumplió el antecesor en el cargo y ahora diputado nacional, Rafael Bielsa: "Actuó con total sensibilidad", dijo.

Avaló, sin embargo, la actitud de Darío Alessandro, actual embajador. Contó que la ha visitado asiduamente y le ha prometido que su caso es una prioridad del gobierno de Néstor Kirchner.

Recordó que su madre, de 86 años, está "cada vez más enferma"; dijo que esta fue una Navidad más triste aún que la anterior; y habló con extrema sensibilidad de sus nietos, de 10 y 9 años, de quienes no conoce cómo huelen ni cómo es su piel.

-¿Cómo pasó estas Fiestas?

-Este año mi familia está más triste que el año pasado. Por lo menos, antes teníamos una lucecita de esperanza... había mucha actividad en torno al tema, pero este año es como si las cosas se hubieran congelado.

-¿Tuvo algún contacto con las autoridades argentinas?

-El embajador Alessandro ha venido con frecuencia este año. Tengo la mejor opinión de él; ha estado durante este año muy al tanto del tema y siempre nos ha dicho que el gobierno argentino mantiene entre sus intereses la visita de mi madre y mía a la Argentina. Pero particularmente estoy preocupada después de la salida del canciller Bielsa. Fue una persona que con muchísima sensibilidad tomó en sus manos el tema. Me da la impresión que este canciller (el actual, Jorge Taiana) no tiene el mismo enfoque. Además, cuando él integraba la Comisión Interamericana por los Derechos Humanos de la OEA, mi hijo acudió y nunca le respondió. Tengo una fuerte preocupación.

-¿Dónde radica el estancamiento?

-Siempre encuentran un muro por parte de las autoridades cubanas. Yo estoy aquí como rehén del capricho de Fidel Castro de que no salga de Cuba por una razón totalmente estéril, porque yo ni les estoy trabajando, ni les voy a trabajar más, ni voy a ponerme al servicio de un sistema que yo considero que está cometiendo una ignominia contra el pueblo cubano.

La medianoche del 24 de diciembre la encontró leyendo. Su mamá se acostó temprano después de hablar por teléfono con su familia, que vive en la Argentina. "Este es un país en el que se vive en viernes santo desde 1959", lanzó Molina. Ese año, la revolución tomaba Cuba y Castro se hacía cargo del poder. "Vamos a ver si nos llega el domingo de resurrección y podemos festejar la Navidad en algún momento", agregó, sin perder la esperanza.

-¿Qué le diría a Fidel Castro si alguna vez pudiese tenerlo cara a cara?

- (Suspiros) Por qué no se retira ya... por qué no se retira con los 79 años que tiene, se retira a descansar y permite que este país se abra a la democracia; pero no con sus voceros y sirvientes que aspiran a perpetuarse igual que él. Que se retiren todos y permitan que en este país se haga un proceso eleccionario libre y que este pueblo pueda volver a respirar. No le pediría por mí, le pediría por mi país.

-¿Y qué le diría a la gente que apoya a Fidel Castro?

-Eso es inmoral. Este país es como una gran prostituta. Todo el mundo viene aquí a ver lo que puede llevarse. Los gobiernos ineptos y corruptos del mundo prefieren venir a alquilar fuerza de trabajo esclava en Cuba antes que desarrollar buenos sistemas de salud. Se llevan médicos alquilados, maestros; otros vienen a comerciar fácil con un país quebrado, vienen inversionistas extranjeros que esclavizan obreros. Uno de los daños más grandes que ha recibido este país, aparte de este gobierno, es toda la gente que lo apoya y todos los gobiernos que lo apoyan.

-¿Cómo se imagina a sus nietos más allá de que los conoce por fotos?

-Siempre los he visto estáticos, nunca en movimiento. El más grande ya tiene voz de hombre, está entrando en la pre adolescencia. Hay vivencias que nunca tuve: no los pude cargar de bebes, no sé cómo huelen ni cómo es su piel. Es tremendo pensar que van pasando los segundos y que en cada segundo hay una vivencia que no se va a volverse a repetir.

Caso paralizado

"El caso nuestro está parado". Con esas palabras, Roberto Quiñones, el hijo de Hilda Molina, describió la situación actual. En diálogo con LANACION.com, adelantó que pedirán en pocos días una entrevista con el canciller Jorge Taiana. "Si él nos recibe sería muy propicio para conocer el estado actual de las gestiones, para saber dónde estamos parados", se quejó.

Agregó que desde hace ocho meses no tienen contactos con las autoridades. La última vez los atendió el entonces ministro Rafael Bielsa y fue para comunicarles que Cuba autorizaba a que sea la familia Quiñones la que viaje a La Habana, opción que fue descartada por considerar que de esa manera se estaban violando los derechos humanos de sus propios hijos y los de su madre y abuela.

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http://www.cubanet.org/CNews/y05/dec05/27o10.htm

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