Thursday, October 27, 2005

La corrupcion tolerada

CORRUPCION
La corrupción tolerada

Juan González Febles

LA HABANA, Cuba - Octubre (www.cubanet.org) - Las Fuerzas Armadas
tomaron militarmente el puerto de La Habana. El interventor militar
nombrado por el número 2 del régimen es el general Moisés Sio Wong. Si
hubiera diez justos en todo el generalato castrista, no caben dudas de
que el austero general Sio Wong ocuparía el primero o el segundo lugar,
en una escala del 1 al 10.

Como vivimos en un espacio en que el rumor es amo y señor de la escena,
corre uno muy inquietante sobre este particular. Sucede que se dice que
fue robado un contenedor en el puerto. Este contenedor contendría
pistolas automáticas. Se comprende el apuro y la urgencia por poner el
puerto en manos de alguien en quien la cúpula pueda confiar.

El gobernante Fidel Castro echó mano a los flamantes trabajadores
sociales -último aporte de la ingeniería humana castrista- para tomar
los establecimientos de venta de combustible. Los muchachos provienen en
su gran mayoría de la región oriental del país. Así es también con el
grueso de la fuerza policial en la capital.

Ambas medidas están dirigidas a controlar la corrupción galopante que
envenena al régimen. Digo controlar, no eliminar. Para eliminar la
corrupción habría que profundizar mucho, y eso no sería muy conveniente.

Por obra y gracia del régimen de Fidel Castro, la corrupción ha
descendido y filtrado a todas las capas poblacionales en Cuba. Las
medidas de carácter político impuestas obligan a delinquir para
sobrevivir a toda la población activa en la Isla. Quien delinque se
siente desmoralizado. Las personas a las que se priva de su moral
difícilmente reclaman sus derechos.

Para los ingenieros del pensamiento, al servicio de la dictadura
castrista, es mejor así. Una masa privada de sus más elementales
derechos que se siente moralmente por debajo es fácil de reducir.

Esta sería la razón de la sinrazón para muchas cosas al parecer
inexplicables. Por poner un ejemplo, sería la explicación de la forma
singular en que las autoridades asumen la ley. Las maneras misteriosas
en que ésta se aplica y a quién.

El régimen de Fidel Castro ha impuesto varios niveles de aplicación o no
de la ley. Esta es una de las formas que adopta la doble moral. Sin
embargo, yo lo llamaría amoralidad a secas. Por razones de carácter
político se mantiene a ultranza un sólido y floreciente mercado negro.

Es el mercado negro o bolsa negra quien se encarga de satisfacer las
necesidades elementales de la población. En Cuba "quien no delinque no
come", y quien delinque está desautorizado moralmente para exigir.

Una casta político-militar muy celosa de sus prerrogativas se sostiene
contra la voluntad popular afirmada a esta premisa. La casta cuenta
hasta con su versión del derecho de pernada. Esta sería una de las
variantes más socorridas. Denunciar abusos que a título personal comete
la casta conlleva un riesgo cierto.

La ciudadanía vive aterrorizada por esta casta. Se conoce de un
militarote que asesinó a un vecino que le denunció. Para un profesor
puede resultar peligroso reprobar a un hijo de papá. Tener una mujer
hermosa que despierte el deseo de uno de estos felones también conlleva
riesgos.

Me refiero a casos que son de dominio público. Casos de los que se habla
a sotto voce. Por llamar por su nombre a situaciones de esta índole una
veintena de mis colegas cumple largas penas de prisión. Otro nutrido
grupo se encuentra en "capilla ardiente".

La mala noticia es que muchos podemos ser conducidos a prisión por
denunciar estos hechos. La buena y esperanzadora es que tenemos un
relevo digno, porque aún la casta no logró sepultar la vergüenza y el
amor por esta tierra y por su gente en un grupo que, pese a todo, crece.

Como bien escribió un colega: "Obtuvieron raros seres, sentimentales,
pecaminosos y libertarios".

Gente rara dispuesta a decir alto y claro. En este contexto debe
analizarse el caso de la joven abogada Niurka Brito Rivas. A la luz de
los últimos acontecimientos, no es fácil comprender por qué se la
hostiga. A fin de cuentas, lo único que hizo fue denunciar otro episodio
de corrupción.

Una reacción tan desproporcionada da que pensar. Quizás Niurka, sin
saberlo, destapó uno de los métodos elegidos para distribuir leche a la
población. O quizás son tan intocables que ningún paria está habilitado
para hacer la denuncia de personas de ese nivel. O quizás sea lo más
sencillo, la leche sucia no afecta las finanzas del estado en una forma
sensible.

Nadie tiene respuestas a mano. Queda la afirmación de uno de los jefes
de la omnisciente Seguridad del Estado, expresada a la joven abogada
Niurka Brito: "Tienes razón, pero no vamos a dártela porque recurriste a
la prensa extranjera, a la prensa del enemigo y a la oposición". Sin
comentarios.

Va tomando cuerpo la idea de que existe una corrupción tolerada de la
que no se habla. Una corrupción colegiada. Un arma más para la Batalla
de Ideas o para la guerra contra todo el pueblo, que al final perderán.

http://www.cubanet.org/CNews/y05/oct05/27a7.htm

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