Tuesday, April 18, 2017

Alcohol, drogas y reguetón: opción de algunos cubanos para evadir la depresión

Alcohol, drogas y reguetón: opción de algunos cubanos para evadir la
depresión
abril 18, 2017

El sistema implantado por el castrismo es un corsé de hierro que
inmoviliza al ciudadano. Las campañas políticas, movilizaciones y la
parafernalia propagandística del régimen contribuye a adormecer,
adoctrinar y domar a la gente.
LA HABANA - Habla a una velocidad alucinante, en una jerga que se
reinventa cada día en el bajo mundo habanero. Asesina el castellano con
frases imposibles de descifrar para alguien que no resida en Cuba.
Mientras conversa, mueve las manos como aspas de ventilador. Viste a la
moda. Vaquero ceñido al cuerpo repleto de parches, gafas onda retro,
zapatillas de puntera afilada y un peinado estrafalario, con el pelo
teñido de caoba y una cresta de gallo alisado con un cepillo caliente.

Tatuajes en brazos y piernas. Y con su galimatías verbal, intenta
vendernos un análisis en blanco y negro de la vida. Le llamaremos
Adrián. Es mestizo y pese a su pinta de alero de la NBA, su 10mo. grado
no le alcanza para terminar de leer los subtítulos de los filmes
estadounidenses pirateados que los sábados por la noche trasmite la
televisión estatal.

Para él, leer libros es cosa de viejos, intelectuales o bipolares. "Leer
es desperdiciar el tiempo", dice. Y recuerda la vez que estando en Cuba
Sí, prisión de máxima seguridad en la provincia de Holguín, a casi 800
kilómetros al noreste de La Habana, "a un ecobio le pagué dos jarros de
leche en polvo y media cajetilla de cigarros Populares para que me
escribiera una carta a la jevita".

Un lápiz o un bolígrafo es un objeto extraño para Adrián. Lo que se le
da es el "bisne por la zurda, fiesta y pachanga y cuadrar locas". La
política, el futuro de Cuba y la superación personal, bien gracias. Sus
temas de conversación se limitan al fútbol, reguetón, mujeres y cómo
hacer dinero en las duras condiciones del socialismo tropical.

Pese a vivir como un gitano, comer lo que aparezca y beber más alcohol
del recomendable, confiesa no saber qué es la depresión. "Pa' escapar,
lo mejor es andar volao. Fumarte un prajo de maní, sexo y no estresarte.
Total, uno no va arreglar el país", aconseja Adrián.

Como Adrián, en cualquier barrio de La Habana usted se encuentra con
personas que viven en la marginalidad y aseguran que nunca se han
deprimido ni han tenido intenciones suicidas. Uno de ellos es Gerald
(nombre supuesto).

A sus socios de farándula, los espera a la entrada de la discoteca El
Túnel, antiguo refugio antiaéreo reconvertido en centro nocturno en la
barriada de La Víbora, al sur de la capital. Escondido en el pantalón
lleva dos cajas de ron Planchao, un gramo de melca y varios cigarros de
mariguana, "pa' hacer un yayuyo". Y añade: "encima porto dos pesetas,
pa'comprarme unos tanques y luego ligar una canchanfleta barata. Cuando
salgamos de la disco, nos vamos pa' la playa a descargar y formar
nuestra riquera".

Según Gerald, la mejor opción para alejar la depresión es vivir a toda
mecha. "La vida es una sola, asere. No se puede coger lucha. Lo mejor es
vacilar, arrebatarse y mucho sexo. Claro que si pudiera largarme de Cuba
me iría. Pero en La Habana, Hong Kong o Miami, la ecuación es la misma:
la gozadera. Todo el tiempo que puedas".

Lo que queda del Hombre Nuevo, aquel delirio del Che Guevara y Fidel
Castro, es una combinación de zombi con robot, a la cual, si le añades
un poco de banalidad, el resultado es un estilo de vida ligero de
equipaje, lleno de preceptos machistas y de indiferencia hacia el
entorno que le rodea.

Por supuesto, un elevado porcentaje de cubanos se sienten frustrados,
angustiados y deprimidos por disímiles razones: desde la falta de futuro
hasta la manera de encontrar una estrategia que les permita sobrevivir
en el manicomio verde olivo.

El sistema implantado por el castrismo es un corsé de hierro que
inmoviliza al ciudadano. Las campañas políticas, movilizaciones y la
parafernalia propagandística del régimen contribuye a adormecer,
adoctrinar y domar a la gente.

En "Lo importante es recibir ayuda", texto aparecido el pasado 9 de
abril en el periódico Trabajadores, el tema de la depresión era
abordado. Se ofrecían datos internacionales (300 millones de personas en
el mundo padecen depresión y ansiedad, el 16% de los casos en
Latinoamérica), pero no se daban cifras nacionales.

Junto a opiniones de cuatro especialistas médicos, se reportaba que en
la Isla existen 136 departamentos municipales para el cuidado de la
salud mental en el primer nivel de atención, mientras en el segundo
nivel cuenta con 17 servicios de psiquiatría en hospitales generales y
clínico-quirúrgicos, 15 en hospitales pediátricos y 19 en hospitales
psiquiátricos de todo el país.

También se aclaraba que Cuba dispone de un servicio de consejería
telefónica, el número 103, que es gratuito, confidencial y anónimo,
atendido las 24 horas por un personal calificado que "aún cuando brinda
orientación acerca del manejo de las adicciones, un número considerable
de las llamadas solicita ayuda psicológica por trastornos depresivos".

"Alarmante. Más del 67% de la población cubana muestra síntomas de
ansiedad, depresión y tristeza. Así lo revela un estudio solicitado por
la dirección del país al Grupo Nacional de Psicología del Ministerio de
Salud Pública ", escribía Juan Juan Almeida en un artículo publicado el
13 de abril en Martí Noticias.

Conversé sobre el tema con un experto. "Sí, la extensa crisis económica,
bajos salarios y un futuro impredecible, deprime a cualquiera. La
pirámide invertida en nuestra sociedad, donde algunos profesionales
ganan salarios más bajos que los de un basurero, frustra a muchos de
ellos que, o dejan de ejercer sus labores y se dedican a oficios mejor
pagados, buscan cómo obtener una beca en el extranjero o planifican
emigrar de Cuba".

Un funcionario de salud pública expresa que "además de los factores
conocidos que provocan estrés, depresión y un modo de vida poco
saludable, hay que hablar del suicidio. La tasa de muertes
autoprovocadas en Cuba es la segunda del continente americano y está
entre las diez primeras del mundo".

Las penurias y ajetreos cotidianos no son aconsejables para aquellos
cubanos puntuales y formales, que valoran el slogan 'el tiempo es
dinero'. El caótico servicio del transporte público, las extensas colas,
el desgaste provocado por la escasez de alimentos, la necesidad de
alimentar a la familia con al menos dos platos calientes al día, las
billeteras vacías o semivacías y, encima, tener que soportar el
bombardeo a mansalva de medios informativos que manipulan o desvirtúan
el acontecer nacional e internacional, desquicia al tipo más sensato.

A esa realidad, súmele el calor de infarto, ausencia de libertades
políticas y vivir bajo un mismo techo con tres generaciones diferentes.
Siempre queda la opción de cerrar los ojos y taparse los oídos. Evadir
la realidad con ron o drogas y bailar reguetón hasta que amanezca. Como
aconseja Adrián.

Source: Alcohol, drogas y reguetón: opción de algunos cubanos para
evadir la depresión -
http://www.martinoticias.com/a/alcohol-drogas-regueton-opcion-algunos-evadir-depresion/143198.html

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