Friday, October 21, 2016

Guillermo Fariñas 'Me despido de Europa con esperanza'

Guillermo Fariñas: 'Me despido de Europa con esperanza'
DDC | Madrid | 21 de Octubre de 2016 - 10:07 CEST.

Guillermo Fariñas, Premio Sajarov a la Libertad de Conciencia, acaba de
concluir una gira por distintas instituciones europeas, acompañado por
una delegación que incluyó a integrantes del Observatorio Cubano de
Derechos Humanos (OCDH), las Damas de Blanco y el Partido Demócrata
Cristiano de Cuba.

En su visita al Parlamento Europeo, Fariñas y la delegación fueron
recibidos por Ana Gomes, eurodiputada del Grupo Socialista Portugués y
miembro de la Comisión de Seguridad y Defensa (SEDE) de Asuntos Externos
y Derechos Humanos. También fueron recibidos por el Grupo ALDE, que
coordina Javier Nart, eurodiputado por Ciudadanos y miembro de la
Comisión de Asuntos Exteriores y de la Subcomisión de Seguridad y Defensa.

La delegación intervino en la Subcomisión de Derechos Humanos sobre Cuba
y sostuvo una reunión con el Grupo de Amigos por la Libertad de Cuba,
presidida por Gabriel Mato, eurodiputado del Partido Popular. Asimismo
se reunió con Antonio López Istúriz, secretario general del Grupo
Popular Europeo. Ambos mostraron su apoyo y compromiso con la defensa de
los derechos humanos en Cuba.

En reunión sostenida con Reimer Göge, presidente del Grupo de Monitoreo
a Cuba y América Central, se hizo especial hincapié en el destino de los
fondos presupuestarios, así como de las condiciones de explotación
laboral a las que están sujetos los cubanos.

Los opositores sostuvieron además encuentros privados con Hans-Olaf
Henkel y Christian Dan Preda, miembros de las comisiones de Asuntos
Exteriores y Derechos Humanos.

¿Qué conclusiones extrae de este viaje?

El objetivo de mi viaje ha sido debatir sobre el Acuerdo Bilateral
EU/Cuba. Creemos que la UE tiene que estar presente en una transición en
Cuba, pero con un acuerdo que incluya una pauta de cuándo se liberará a
los presos políticos, cuándo se quitarán los delitos de opinión del
Código Penal, cuándo habrá una Ley Electoral, cuándo habrá elecciones
libres, cuándo permitirán a partidos y asociaciones independientes
legalizarse. No hay nada de eso. El acuerdo respeta el marco jurídico
cubano y no hay ni siquiera una cláusula de evaluación sobre Derechos
Humanos como la hubo en el acuerdo firmado con Colombia en 2004. Esto es
producto de una campaña mediática del Gobierno cubano, con la
complicidad de otras fuerzas de hacer creer al mundo que en Cuba las
cosas han cambiado. Afortunadamente, muchos eurodiputados se han dado
cuenta de la realidad después de nuestra visita, e incluso han
denunciado la falta de transparencia en todo este proceso del acuerdo.

Según la información que nos han transmitido, para que entre en vigor el
Acuerdo tendrá que ser refrendado también por los parlamentos de los
países miembros, y hay por lo menos tres de ellos que me han comunicado
que bajo ningún concepto lo aprobarán.

¿Cuáles son los tres parlamentos de los que tiene garantías de que no
refrendarían el acuerdo?

Ellos me pidieron que no lo dijera, pero ya ustedes pueden imaginar:
parlamentos de los países que sufrieron el comunismo en carne propia.

¿Cuál fue su impresión de las reuniones en el Consejo de Europa en
Estrasburgo?

En nuestra visita al Consejo de Europa con sede en Estrasburgo, fuimos
recibidos por Pedro Agramunt, presidente de la Asamblea del Consejo, por
Jordi Xuclà, presidente del Grupo Liberal y Jan Fisher, presidente del
Grupo Popular, así como representantes del Grupo Socialista y Ciudadanos.

El Consejo admitió a trámite una moción, firmada por 25 diputados de
ocho países miembros, que pide la necesidad de nombrar un relator que
prepare un dictamen sobre déficit democrático en Cuba que pueda ser
enviado a la Alta Comisionada. Como todos sabemos el Consejo tiene una
función muy importante de tutela y consejo sobre la Comisión y el
Parlamento.

Es una batalla que empezó, pero todavía le quedan varias escaramuzas y
combates. Si sabemos actuar con paciencia, con certidumbre,
inteligencia, valentía y decisión creo que indiscutiblemente vamos a
lograr que la UE no sea cómplice del régimen cubano.

¿Qué grado de conocimiento de la situación de derechos humanos en Cuba
ha visto en los europarlamentarios?

Yo creo que todas las partes saben lo que está ocurriendo en Cuba, lo
que desgraciadamente, como ocurre con el terrorismo, hay países que
hasta que no ven su techo arder no toman medidas drásticas. Creo que
ellos, hasta que no vean que la sangre corre en Cuba en una guerra civil
—que ojalá no se produzca—, no quieren tomar cartas en el asunto.

Se ha creado un lobby de empresas europeas y americanas para tratar de
obtener ganancias, que están en contra de los principios de libertad y
democracia que deben defender los países democráticos y sus
instituciones. Por ejemplo, no le están pidiendo al régimen en ese
acuerdo que a la hora de contratar se tenga en cuenta las reglas de la
OIT. Ahora mismo los trabajadores cubanos solo reciben un porcentaje de
lo que se le da al Estado comunista. Creo que las maquiladoras que
tenemos en Centroamérica son cosas simples con respecto con lo que
ocurre en Cuba. En Cuba, estamos hablando de esclavitud en pleno siglo
XXI. Hay una especie de moda de hacerse el tonto y de mirar para el lado
en este momento que se está cayendo. Vinimos a Europa a trabajar con la
vergüenza y la moral de los europeos y tratar de mantener nuestra
esperanza de que no nos van a dejar abandonados en manos de un Gobierno
como el castrista que viola los derechos humanos.

¿Qué más se sabe de los lobbies que trabajan en la UE a favor de los
intereses del régimen?

Los lobbies están constituidos por empresarios y abogados de empresas
que esperan obtener ganancias y olvidan los derechos humanos. Creo que
habría que sensibilizar a la opinión pública internacional para que
presionen a sus funcionaros públicos electos para que no miren hacia
otro lado en cuestión de derechos humanos y para que escuchen.
Desatender los derechos humanos nos conduce a un enfrentamiento que, a
la larga, puede tener consecuencias devastadoras para todo el mundo.

Antes hablaba del proceso de paz en Colombia. ¿Usted cree que ese modelo
debería aplicarse en el caso cubano?

Sí. Como se hizo en Colombia todos los afectados deben estar presentes
en la negociación con el Gobierno cubano. Pero La Habana no quiere esto.
Yo personalmente he pedido cuatro veces cita con el señor Portocarrero
en La Habana y nunca ha recibido a los Premios Sajarov. Es una mentira
flagrante decir que el Servicio de Asuntos Externos, cuya representante
es la señora Mogherini, ha tratado las condiciones del acuerdo con la
oposición. Si las Damas de Blanco y yo mismo somos Premios Sajarov y no
lo ha hecho, ¿con quién han hablado?

¿Cuándo cree que pueda tomarse una decisión final sobre el acuerdo?

En principio, se ha hablado de presentarlo a la ratificación del
Parlamento Europeo antes de la Navidad, y la señora Mogherini pensaba
invitar a la firma del Acuerdo al canciller Bruno Rodríguez. Pero
indudablemente creo que después de la gestión hecha en esta visita
cambiará las perspectivas. Se ha frenado el ímpetu de aquellos que
querían vender el Acuerdo como una cosa hecha.

¿Cree que en este proceso el Gobierno cubano va a ceder en algún momento?

En este momento seguirá en su posición fuerte, no va a ceder. Todavía
tienen la esperanza de que ellos puedan mantener el poder en Venezuela,
pero también tienen parte del liderazgo histórico en que se sustenta la
"revolución". Pero es una cuestión de principios, de ofrecer ayuda si el
régimen camina hacia la democracia. Si no lo hacen Fidel o Raúl Castro,
quien venga detrás, si no lo hace, va a crearse una situación de
ingobernabilidad en el país. El que venga va a tener que venir a
negociar a Europa. Por eso es el momento de mantenerse firmes en los
valores, porque si no hay avance en derechos humanos no debe haber
ningún tipo de ayuda, crédito o financiamiento. Con los terroristas de
Estado no se negocia y como dije en el Parlamento Europeo este es un
Gobierno constituido por bandidos y villanos y cuando se negocia con
ellos las reglas deben estar claras y los compromisos especificados.

El Gobierno cubano se está comportando como se dice en piscología
infantil como un niño malcriado al que hay que dárselo todo o si no se
llevan los guantes, la pelota y hasta el bate. A los niños malcriados se
les debe dar castigo (no golpes), pero no darle precisamente lo que más
le gusta. Eso extrapolado de la psicología a la situación cubana quiere
decir que a ellos hay que ponerles las reglas. Si no lo hacen, no van a
hacer nada. No hay que ser ni de derechas ni izquierdas. Hay que ser
solo defensores de la democracia.

¿Debe la UE aceptar la firma de un acuerdo cuando se mantiene el sistema
de partido único?

Creo que el poder tiene que ponerse en manos del pueblo. Si quiere un
sistema de partido único debe llevarse a referéndum con observadores
internacionales y participación de los cubanos que están en el exterior.
Yo creo que ese es el camino. Puede ser que no tenga razón, pero puede
ser que la tenga, pero como único se sabe a ciencia cierta es llevándolo
a un referéndum y que no lo haga Fidel o Raúl Castro o el PCC. Un
referéndum donde la gente se sienta con confianza para poder expresar lo
que piensa. Si el Gobierno no tiene nada que esconder, si dice contar
con todo el apoyo del pueblo o la mayoría del pueblo no tiene porque
tener miedo a un referéndum. Esto no es cosa de imposición. El máximo
ejerciente de poder debe ser el pueblo y la ciudadanía cubana. Es lo que
el Gobierno cubano no quiere aceptar. Se ha llegado a un acuerdo sin
ponerle el clímax máximo que es el hecho de que sea el pueblo el que
diga sí o no como pasó en Colombia. El Gobierno cubano debe ser llamado
a capítulo y decirle que debe dar y recibir, perder y ganar.

Y en estos momentos, ¿usted cree que el régimen ha perdido algo?

Creo que no ha perdido nada. Está volviendo a sus raíces. El Gobierno
cubano ve mucho interés por parte de los gobiernos civilizados del mundo
de hacer crecer el segmento poblacional de los pequeños empresarios. Hay
una ofensiva descomunal contra los pequeños empresarios. No les conviene
que haya empresarios y que sean independientes económicamente porque
luego son independientes políticamente y no pueden ser controlados. Las
ganancias y los préstamos del exterior van a ir a ese empresariado. Eso
no les conviene a ellos. Es hora de que el mundo civilizado y
democrático diga que, si quieren préstamos deben permitir la existencia
de pequeños empresarios. Es una cuestión de mantenerse firme. Es la
esperanza que tenemos de que la UE se mantenga firme. Me voy de Europa
en esta ocasión con la esperanza de que los europeos no nos dejarán
abandonados. Por eso estamos aquí. Esto es una batalla entre poder y
derecho, dictadura y libertad, inmovilismo y progreso. Acuerdo sí, pero
no este.

Source: Guillermo Fariñas: 'Me despido de Europa con esperanza' | Diario
de Cuba - http://www.diariodecuba.com/derechos-humanos/1476988240_26152.html

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