Wednesday, November 07, 2012

Por fin los habaneros pueden ayudar!

¡Por fin los habaneros pueden ayudar!
Miércoles, Noviembre 7, 2012 | Por Miriam Leiva

LA HABANA, Cuba, noviembre, www.cubanet.org -Con 11 días de retraso, las
autoridades han autorizado a los residentes en la capital a demostrar su
solidaridad con los damnificados como consecuencia del huracán Sandy en
las provincias orientales, embestidas la madrugada del 25 de octubre, lo
que debería extenderse Villa Clara golpeada por las lluvias remanentes.

El 5 de noviembre, el noticiero vespertino del Canal Habana y
posteriormente el de la televisión nacional divulgaron una nota
informativa del Gobierno Provincial de La Habana, con el anuncio de que
para "viabilizar el interés hecho patente reiterada y masivamente por
los ciudadanos y las organizaciones sociales, se decidió que el Consejo
de Administración Provincial de La Habana, en coordinación con los
Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y la Federación de Mujeres
Cubanas (FMC), sea encargado de recibir las donaciones de artículos de
uso personal, útiles del hogar y de aseo que la población de la capital
desee enviar a los damnificados por el huracán Sandy". Se añade que han
habilitado una cuenta bancaria para aportes en moneda nacional y otra
para divisas (CUC). A partir del 7 de noviembre todo el pueblo de la
capital tendrá la oportunidad de canalizar su voluntad de ayudar, través
de las Zonas de los CDR y los Bloques de la FMC.

La magnitud de la devastación exigía el rápido auxilio a muchos miles de
personas cuyas vetustas moradas fueron arrasadas totalmente, así como
otras muchísimas miles con viviendas muy afectadas, todas las cuales
perdieron sus maltrechas pertenencias. De inmediato se requería
alimentos, agua potable, productos de aseo personal, medicamentos, ropa,
calzado y otros artículos de primera necesidad. Pasadas las
destructoras ráfagas de viento, los sacerdotes, monjas y laicos salieron
a las calles a auxiliar a los vecinos, sin distinción de creencias
religiosas ni inquirir sobre afiliación política. Los integrantes de la
sociedad civil –llamada contrarrevolución por las autoridades- también
socorrieron en los lugares afectados.

Con prontitud tanto la Iglesia Católica y otras denominaciones
religiosas como grupos de la oposición pacífica, han distribuido
artículos de primera necesidad, apoyados desde La Habana y otros
lugares mediante el rápido envío de lo recolectado en las áreas no
afectadas. La población de la capital respondió a estas exhortaciones
con el aporte de lo poco disponible, en un país donde la pobreza cunde
en la mayoría de los hogares.

La inercia de las estructuras oficiales es el resultado de la
imposición durante 53 años de un sistema restrictivo de cualquier
iniciativa individual, y la negativa a aceptar la necesidad de ayuda,
sobre todo si trasciende al ámbito internacional. Evidentemente las
instituciones del gobierno, el Poder Popular y las llamadas
organizaciones de masas o no gubernamentales, como lo CDR y la FMC,
quedaron a la zaga en espera de instrucciones del Partido Comunista y
las autoridades nacionales.

Las autoridades, acostumbradas a imponer la resignación y la eterna
espera, están demostrando su habitual insensibilidad ante las penurias
de los ciudadanos. Sin embargo, en esta oportunidad ha llovido sobre lo
mojado. Sandy entró por la zona más pobre y olvidada por el gobierno de
Cuba, y salió por la región destruida por el huracán Ike en 2008. Desde
hace mucho tiempo, la región oriental de la Isla, llamada la "cuna de la
revolución", quedó solo para recibir visitas esporádicas de los
dirigentes nacidos en ella, que realizaban actos e inauguraban
cementerios y monumentos alegóricos a las guerras de independencia o la
guerra de guerrillas que instauró a la actual dictadura.

La población damnificada solamente ha podido comprar los escasos
productos suministrados mediante el sistema de racionamiento (arroz,
azúcar, algunas onzas de frijoles), mientras otros son vendidos a los
altos precios del llamado mercado paralelo en moneda nacional, o en las
tiendas en divisas. Los residentes en las zonas siniestradas no han
recibido ayuda humanitaria gratuita del gobierno en alimentos y otros
artículos, y el gobierno les vende los materiales para levantar o
reparar las viviendas a precios altísimos. Si bien allí se requiere la
urgente reconstrucción de las instalaciones sociales y productivas, no
se puede olvidar al sufrido pueblo.

La lentitud oficial en la movilización para recolectar ayuda en La
Habana se suma a que el presidente no ha siquiera enviado un mensaje a
la nación sobre lo acontecido, ni realizado ningún pedido de ayuda
internacional. Discretamente se ha coordinado la recepción de alguna
ayuda con los gobiernos más afines -Venezuela, Rusia, Bolivia, y se ha
anunciado Ecuador-, que al parecer sin prisa han enviado algunas cargas
aéreas.

Las noticias llegadas de las zonas afectadas denotan la desesperación de
la población hambrienta, sedienta y sin recursos para ahora, ni para el
futuro. El acaparamiento de productos para vender en el mercado negro
es una reacción natural a la crisis de desabastecimiento que el gobierno
ha generado. Desgraciadamente no han faltado los elementos
delincuenciales que se aprovechan de la situación para sus fechorías,
como robos y asaltos. Intensificar la habitual represión no solucionará
los problemas. La magnitud de la crisis es tal que podría generar
protestas, que tiendan a incrementarse ante la insatisfacción de las
necesidades vitales y los precios exorbitantes que cobra el Estado por
los productos más indispensables, que debería entregar gratuitamente en
las actuales circunstancias.

Insisto en que las autoridades deben realizar un gran llamado para
recibir ayuda internacional y facilitar la entrada de asistencia,
incluida de los cubanos residentes en el extranjero, mediante la
moratoria a los impuestos y otras limitaciones aduanales.

Las tardías colectas de los CDR y la FMC no deben utilizarse para
obstruccionar e impedir las acciones humanitarias de la sociedad civil
independiente.

http://www.cubanet.org/articulos/%c2%a1por-fin-los-habaneros-pueden-ayudar/

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