Wednesday, November 21, 2012

Escenografía y logros reales

Escenografía y logros reales
[21-11-2012]
René Gómez Manzano
Abogado y Periodista Independiente

(www.miscelaneasdecuba.net).- Ha culminado el XVIII Congreso Nacional
del Partido Comunista de China (PCCh). Todo se desarrolló conforme a lo
previsto, sin sorpresas. Según se había venido anunciando desde hace
años, el mando supremo fue asumido por Xi Jinping como nuevo líder de la
organización política, aunque todavía deberá esperar algunos meses para
posesionarse también de la jefatura del Estado.

El Granma y la Televisión Cubana brindaron informaciones diarias sobre
el desarrollo del cónclave supremo de los camaradas asiáticos. En las
tomas en colores se apreciaba mejor la cuidadosa coreografía
escenificada durante la semana que duró el evento. No hubo ni una sola
vista colectiva de delegados en la que faltase la nota colorida dada por
representantes de las minorías nacionales oprimidas, ataviados con sus
trajes típicos.

Dejando a un lado las incidencias de la puesta en escena, es un hecho
cierto que los comunistas chinos pueden ufanarse de logros reales y
notables en el desarrollo económico del gigantesco país. Se diferencian
en esto de sus compañeros de Cuba, que cuando todavía osan hablar de
supuestos éxitos alcanzados, no convencen a nadie, pues los testarudos
hechos les abren los ojos hasta a los poquitos fanáticos que aún quedan.
Lo que mejor saben hacer es echarle el muerto del desastre en el que han
sumido a Cuba al benévolo totí del "bloqueo yanqui".

Los camaradas de ojos rasgados, tras superar las etapas tenebrosas del
Gran Salto hacia adelante y la Revolución Cultural que vivieron bajo la
férula del gran timonel Mao Dze-dong, pusieron los pies en la tierra,
autorizaron a sus súbditos a prosperar en lo económico —algo que en Cuba
está prohibido—, aceptaron la inversión de capitales extranjeros y
propiciaron así un impetuoso desarrollo.

Por eso resultan creíbles las promesas que ahora hacen, de que el
inmenso país duplicará su producto interno bruto y la renta per capita
de la población para 2020, con respecto a 2010. También cabe pensar en
que se cumpla la consigna (redactada con la cuidadosa selección de
vocablos que caracteriza a los comunistas serios) de "la construcción de
una sociedad moderadamente acomodada" para fines del presente decenio.

Todo esto —desde luego— sin abandonar el rumbo del "socialismo con
características chinas", curioso eufemismo empleado para describir una
sociedad que se desarrolla gracias al capitalismo puro y duro, pues está
de regreso de las locas metas de colectivización por medio de
gigantescas e improductivas comunas estatales, que condujeron a una
espantosa hambruna en la que los muertos se contaron por millones.

En todo este ejercicio se destaca la falta de democracia propia de los
regímenes marxistas-leninistas. El PCCh es, con mucho, el mayor partido
del mundo —82 millones de miembros—, pero aun así representa un
porcentaje pequeño de la población. Es lógico que así sea, si se tiene
en cuenta que los mismos comunistas definen su organización como un
"destacamento de vanguardia" de carácter selectivo.

No obstante, todo indica que los delegados al congreso pudieron al menos
escoger por votación secreta, en un proceso competitivo, a los miembros
del nuevo órgano de dirección permanente. Esto es —por supuesto—
muchísimo más de lo que pueden decir sus correligionarios cubanos, que
en su último evento de ese tipo padecieron la fórmula tramposa del "voto
unido", en el que son investidos todos los propuestos por una "comisión
de candidatura" designada por los mismos que mandan.

Volviendo a China, el Granma del 15 de noviembre proclama que "toda la
estructura del nuevo Comité Central es razonable", así como que
—supuestamente— "todos los miembros gozan de unas buenas cualidades
éticas y políticas, un sobresaliente comportamiento en el trabajo y un
amplio apoyo popular". El periodiquito también informa que el Congreso
"reemplazó a los líderes más veteranos por los más jóvenes".

Pasando por alto los evidentes problemas de traducción (parece que los
camaradas chinos y cubanos desconocen —o no desean aplicar— la regla de
que la lengua materna del intérprete sea la de llegada), el hecho
innegable es que ha habido un remozamiento en las estructuras de poder
del gigante asiático. En el flamante Comité Central, la mitad son
"rostros nuevos". Aunque con absoluto predominio masculino, pues el
machismo sigue siendo rampante.

Una vez más, también en el tema del renuevo los miembros del PCCh han
superado a sus congéneres antillanos, que han apostado por la
eternización de la actual gerontocracia. En las informaciones se habla
del arribo al poder de "una nueva generación". Si tenemos en cuenta que
la diferencia en las edades promedio es si acaso de unos diez años, la
expresión parece exagerada, a menos —claro está— que los niños chinos
sean increíblemente precoces…

De todos modos, hay que reconocer que en las estructuras de poder del
gran país se producen cambios, que éste progresa y que la regla del no
ejercicio del mando supremo por más de diez años se aplica. Esperemos
que, en los tiempos venideros, ese pueblo milenario y laborioso alcance
también la ansiada y necesaria democracia que complemente su marcha
hacia el progreso.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=37749

No comments: