Wednesday, November 07, 2012

En Cuba ahora no hay represores

En Cuba ahora no hay represores
[07-11-2012]
Ariel Lázaro Fernández González

(www.miscelaneasdecuba.net).- Reza un viejo refrán que el "Ladrón
siempre cree que todos son de su misma condición", nada más aplicable a
los que antes fueron rudos gendarmes del régimen y llegaron a ocupar
altos cargos dentro de éste, realizando atroces caserías contra los
luchadores pacíficos en Cuba y hoy se pavonean tranquilamente por las
calles del país de la libertad sin el más tímido sonrojo.

Quizás para los que no conocen la realidad de la isla Crescencio Marino
Rivero y su esposa Juana Ferrer sean unos pobres ancianitos que se
cansaron de vivir en un lugar donde no hay libertad para nada y las
necesidades económicas se comen a los de su edad imponiéndoles fuertes
restricciones alimentarías debido a los bajos ingresos que perciben una
vez jubilados.

Pero no, estas dos personas no fueron unos simples mortales de paso por
esta tierra, fueron nada más y nada menos que altos oficiales del
Ministerio del Interior Cubano (MININT), el mismo que agrupa en sus
diversas ramas a los que se encargan de reprimir la llama de la libertad
y la concordia nacional con el propósito de perpetuar un sistema
decadente y poco viable.

Sencillamente verlos haciendo declaraciones luego que fueran
descubiertos por alguien me hizo sentir que en Cuba ya no hay
Represores, quieren hacer creer con un vocabulario populacho que eran
sencillamente los buenos de la película y que nunca hicieron nada contra
nadie, a pesar de que voces autorizadas como las de los disidentes y
presos políticos dicen lo contrario.

Resulta paradójico que desde su cargo de Director Jurídico de Prisiones
en Villa Clara desconociera los abusos, y esto lo hace cómplice de los
mismos aun sin participar, que se cometen contra los reclusos en las
cárceles, cuántas veces no leemos de esos actos ejecutados por los que
dirigen las prisiones y rara vez existe una acción contra los que los
ejecutan.

Recuerdo con mucha amargura los tres años que pase injustamente en una
cárcel dirigida por personas como el respetable Coronel Crescencio y fui
testigo de los innumerables maltratos a que son sometidos los
prisioneros, puedo mencionar más de una golpiza en la prisión 1580
ubicada en San Miguel del Padrón, donde el Teniente Calunga y sus
esbirros gozaban de total impunidad.

Quién duda que para llegar a ser un primer oficial, como lo eran esta
pareja de pobrecitos ancianos, hay que ser militante del Partido
Comunista de Cuba y cumplir sin miramiento las órdenes que se reciban,
es que acaso no está fresca en su mente la tortura conocida como la
"Silla del Dolor" la que fue vivida por el opositor Hugo Damián Prieto
Blanco en Ciego de Ávila.

El sufrimiento no se pude olvidar tan fácilmente y menos el que lacera
la carne de los que luchamos por la libertad y como dijo Guillermo
Fariña, "Rivero debe aceptar su pasado represivo y enfrentar las
consecuencias de sus actos", aunque realmente pienso que se les debe
deportar hacia Cuba y no volvérsele a permitir entrar en ese país,
incluso a ninguno de sus descendientes.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=37605

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