Thursday, November 08, 2012

El huracán Sandy, sus muertos y el desastre de la política exterior cubana

El huracán Sandy, sus muertos y el desastre de la política exterior cubana
Jueves, 08 de Noviembre de 2012 12:21
Escrito por Julio Antonio Aleaga Pesant

Cuba actualidad, El Vedado, La Habana, (PD) Una llamada desde Santiago
de Cuba en la mañana en que el huracán Sandy arrasó con la segunda
ciudad más importante de la isla, reportaba entre otras cosas que se
fueron al piso unas cinco mil casas. La información parecía exagerada y
se pidió rectificar la cifra. "¿Cinco mil?" Afirmativo", respondieron
del otro lado.
Dos días después, la prensa oficial indicaba que 137 000 viviendas
recibieron daños. No se precisó el número de derrumbes totales. Julio y
César Arias, Adela Sánchez, Guillermo Espinosa e Ibis Despaigne, son
algunos de los santiagueros que conozco que perdieron sus casas tras el
paso del Huracán a finales de octubre. Algunos son humildes ciudadanos.
Uno, tiene un retraso mental severo.

Sin embargo, conocidos los límites de la sociedad y el Estado para dar
ayuda efectiva y satisfactoria a los damnificados, es grave que la
política exterior esté diseñada para impedir que los Estados vecinos,
amigos o la comunidad cubana en el exterior, dispuestos a colaborar con
el país y las victimas, puedan hacerlo. Sobre todo si los donantes son
Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, o cubanos residentes en el
Estado de la Florida.

El gobierno cubano, a través de su canciller Bruno Rodríguez Parrilla,
no solicita ni ha solicitado ayuda a la comunidad internacional, ni en
el caso del huracán Sandy, ni en otros eventos anteriores. Esa sencilla
nota de auxilio es condición sine qua non para que otros Estados
reporten posibilidades y potencialidades para ayudar al arruinado.

No obstante, cuando llega algún tipo de ayuda a través de organismos
internacionales o religiosos, se exige que la misma sea controlada por
el país. Esa misma cancillería prohíbe que el auxilio llegue a actores
no gubernamentales de la sociedad civil. Además, no permite el acceso de
evaluadores internacionales, oficiales del Estado proveedor de ayuda o
miembros de instituciones independientes, que evalúen en el terreno las
necesidades más urgentes para los damnificados. Por último, impide que
la parte que brinda el socorro ejerza algún tipo de fiscalización sobre
el uso dado a los bienes recibidos.

El gobierno militar, en medio de la crisis económica en que se
encuentra, no tiene cómo ayudar eficiente ni rápidamente, ni a mis cinco
amigos, ni a los más de 400 000 damnificados. Sobre todo cuando aún no
se restañaron los daños de otros huracanes que pasaron por Oriente, como
Dennis (2005), Ike (2009) y Gustav (2009). Tampoco potencia que la
sociedad civil se movilice de manera independiente en apoyo a las
víctimas. No obstante, y como desafío, casi una tonelada de productos
fue recolectada y enviada a Santiago de Cuba en los primeros días de
noviembre, a través de canales alternativos.

La conocida blogger Yoani Sánchez Cordero, a través de su blog
Generación Y, hizo un llamado de siete puntos al gobierno y lo convoca a
eliminar los aranceles aduanales para la entrada al país de alimentos,
medicinas, electrodomésticos y materiales de construcción, y a propiciar
que la ciudadanía se organice para acopiar, trasladar y entregar ropas,
medicinas y demás recursos necesarios hacia las zonas afectadas.

Sánchez, apoyada por la sociedad civil alternativa, solicita estimular y
autorizar la recopilación por parte de los emigrados cubanos de fondos y
recursos para la isla, tanto de forma personal como grupal o
institucional, así como solicitar la evaluación y colaboración de
organismos internacionales que provean de ayudas, créditos y asesoría
para sortear este desastre.
No olvida pedir flexibilidad en las provincias más dañadas para los
trámites de las licencias constructivas, y también para la entrega de
tierras en usufructo, como también decretar una moratoria en el cobro de
impuestos para los cuentapropistas de las regiones donde Sandy destruyó
parte importante de la infraestructura económica y agrícola. Pide
renunciar al monopolio institucional sobre la distribución de la
solidaridad, y que se favorezca y respete la existencia de canales
ciudadanos para distribuir la ayuda.

La cancillería cubana necesita un huracán interno, que le permita
ponerse en función del ciudadano y la nación, que se lleve lo feo y nos
deje el querube.

Para Cuba actualidad: aleagapesant@yahoo.es

http://primaveradigital.org/primavera/internacional/52-mundo/5697-el-huracan-sandy-sus-muertos-y-el-desastre-de-la-politica-exterior-cubana.html

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