Wednesday, April 18, 2012

Sociedad y agresividad

Sociedad y agresividad
Miércoles, 18 de Abril de 2012 04:20
Escrito por José Antonio Fornaris

Cuba actualidad, Managua, La Habana, (PD) Hace pocos días leí en una
revista religiosa la siguiente pregunta: "¿Por qué es la gente tan
agresiva? La publicación, a la vez que se refería al fenómeno a nivel
internacional, daba sus valoraciones sobre el tema de forma
genérica.agresividad

Por cuestiones lógicas eso llevó a una interrogante propia: ¿Por qué en
Cuba la gente es tan violenta y la prensa, ni lo reconoce, ni emprende
una campaña educativa contra ese flagelo?

Eso puede tener varias respuestas. Una de ellas es que la situación de
tantas necesidades materiales, el sentimiento de indefensión que late en
casi todos los cubanos ante lo hostil que resulta el diario vivir, crea
agresividad.

Otra -y esta aunque hay muchas más, es muy probablemente la de mayor
enjundia- es que varias generaciones de cubanos han nacido y crecido
bajo la égida de un Estado agresivo.

Recordemos que el actual régimen llegó al poder a través de la violencia
armada, y de inmediato se dio a la tarea de comenzar una corrida de
fusilamientos, que en la práctica solo fue detenida hace unos dos años
cuando fue declarado una especie de armisticio en cuanto a la pena de
muerte.

Durante mucho tiempo, la violencia fue exportada bajo el precepto que
"el único camino para alcanzar el poder era la lucha armada". A su vez,
la guerra verbal contra el vecino del norte y los muchos cubanos que
están allí asentados, nunca ha concluido.

En lo interno se ha vivido bajo la constante coacción e intimidación
hasta para tener derecho a conseguir un empleo. Esa intimidación llegó a
su punto culminante con la puesta en práctica, por vez primera en 1980,
de los llamados actos de repudio, los que son en realidad –en su momento
alguien le dio ese calificativo- linchamientos sin cuerdas.

En aquella ocasión, el órgano del Comité Central del Partido Comunista,
Granma, aseguró en un editorial: "El pueblo no conoce de sutilizas
diplomáticas. Ahora entrará en acción el pueblo". Era un llamado a que
unos cubanos, protegidos por el Estado, agredieran y humillaran hasta la
saciedad a otros cubanos que no gozaban de las simpatías del régimen
comunista.

La práctica de los actos de repudio aun se ejerce en la actualidad, lo
único que en esta ocasión están dirigidos abiertamente contra disidentes
u opositores pacíficos.

Dentro de ese accionar de agresiones selectivas, está el visto bueno
dado por el general Raúl M. Castro, jefe de los Consejos de Estado y de
Ministros, quien en más de una ocasión ha asegurado que "las calles son
de los revolucionarios", dando así luz verde a la violencia contra los
oponentes a su gobierno.

La directriz viola abiertamente la propia Constitución comunista que
especifica que todos los ciudadanos tienen iguales deberes y gozan de
iguales derechos.

Los frutos de ese constante llamado gubernamental a la violencia
pudieron ser observados durante la misa que ofreció el Papa Benedicto
XVI en Santiago de Cuba, cuando un ciudadano que gritó "¡Abajo el
comunismo!" fue agredido de manera cobarde, cuando estaba sujetado por
los dos brazos, por un camillero de la Cruz Roja. Todo el mundo sabe que
la Cruz Roja está para prestar auxilio, no para golpear a ciudadanos
indefensos.

Por esas y otras razones, la prensa oficialista, aunque debiera, no
puede emprender una cruzada contra la agresividad que existe entre la
población. Tendría primeramente que entrar a hablar de los detonantes y
sus componentes; y ahí, como se dice en estos lares, es donde se traba
el paraguas. Claro, que detener la agresividad social bien valdría la
pena que el paraguas se trabara y hasta que se rompiera.

Para Cuba actualidad: fornarisjo@yahoo.com

http://primaveradigital.org/primavera/component/content/article/119-derechos-humanos/3898-sociedad-y-agresividad.html

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