El Coppelia de ayer no es el de hoy

El Coppelia de ayer no es el de hoy
[16-04-2012]
Jennifer Fonseca Padrón
Periodista Independiente

(www.miscelaneasdecuba.net).- Cuántos en Cuba o fuera de ella conocen o
tan sólo habrán oído mencionar el famoso Coppelia, ubicado en la
céntrica esquina de 23 y L en el Vedado. Éste es uno de los edificios
más bellos construidos en Cuba, fruto del arquitecto Mario Girona con la
colaboración de los arquitectos Rita María Guau y Candelario Ajuria.
Cuenta con cinco espacios pequeños, uno amplio, que está dividido en
tres y un segundo piso.

Los arquitectos tuvieron la intención de propiciarle al usuario
intimidad, y que pudiera disfrutar de la vegetación y los adornos
arquitectónicos. Se inauguró el 4 de junio de 1966. En sus inicios tuvo
tan buena aceptación que se llenó y nunca más se ha vaciado.

Y aunque en nuestros días sigan las interminables colas para acceder a
la mal llamada Catedral del Helado, como afirman muchos de los que la
visitan con frecuencia, ha disminuido notablemente la oferta de los
sabores al pasar de los años. Este lugar abrió sus puertas con 26
sabores y poco tiempo después paso a ofrecer 54.

Hoy sólo se cuenta con 3 sabores y sólo 2 especialidades (ensalada y
jimaguas). La calidad del helado fue decayendo con el pasar de los años
a diferencia de 1980, según sus visitantes el helado que ofrecen hoy día
es casi duro frío. Es notable la ausencia de ingredientes como azúcar,
leche y sabor.

Sin mencionar la ausencia de una cultura de servicio y la falta de
profesionalidad de los empleados. Los mismos comienzan a gritarse de un
extremo al otro, fuman en el salón, muchas veces la música está más alta
de lo que normalmente se puede tolerar. El usuario tiene que esperar
casi el tiempo completo que va a estar en el lugar para poder tomarse un
vaso de agua, aunque ésta esté caliente y los vasos estén sucios.

Todo esto aparte de la pésima distribución de las ensaladas de 5 bolas
viene siendo la mitad de una. Sin embargo, este centro cuenta con un
área de divisa disponible para los turistas, muy diferente a la que todo
cubano puede acceder con el peso cubano. Cuenta con cierta variedad de
sabores y por supuesto que la característica del producto es mucho
mejor, claro que como todo lugar en CUC o Chavito como se le llama
popularmente a la moneda convertible siempre la atención al consumidor
es superior.

Después de casi medio siglo son miles de personas las que han pasado por
cada uno de sus espacios. Unos dieron su primer beso, otros se
enamoraron tomándose una rica ensalada variada que tanto se añora por
estos días. Ojalá que Coppelia vuelva a ser mejor que el de hoy, como el
de ayer, unos de los centros gastronómicos que más vendía y recaudaba
dinero en Cuba.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=35735